A cierta hora de la madrugada me sorprendió un susurro de preguntas que llegaban desde el
interior… la más notoria… una que se repetía cada vez con más fuerza… " le
extrañas…?"
Intente enfocarme en tan enredada lectura financiera
mientras el Sr Cottoni me recordaba la hora al exigirme ir a la cama con tan
suave y melodioso ronroneo, pero no hice caso y seguí con mi tediosa tarea, así
que termino por rendirse y tumbarse sobre la mesa entreteniéndose con una pluma,
mi escape a mis tormentas es en
definitiva el estrés de los exámenes.
Cuando las campanas del reloj de la sala daban las 3 de la
mañana, me puse en pie, el Sr. Cottoni me siguió hacia la habitación y entonces
fue cuando la Srita. Pepper me recibió… y le conteste firmemente… NO Srita. Pepper, no le extraño, no extraño sus
atenciones, ni sus palabras, ni sus caricias, no extraño el café recién hecho,
ni los aromas revueltos entre tabaco y whisky… , menos aun extraño las risas o
los lugares, o la simple compañía en la vida,
no extraño sentirme viva…
Me recuesto y la Srita. Pepper se acomoda en mi cuello, el
Sr. Cottoni a un lado de mi cabeza y al cerrar los ojos… estoy ahí, donde quiero
estar, donde he de estar para no extrañar.
Heyt Ma, me preguntas como estoy… estoy bien… siempre estoy
bien, aunque el clima es tan helado que
corta la piel y la lluvia me recuerda el dolor agudo en mi espalda y me
pregunto cuándo pasara todo, cuando regresara la serenidad a esta muerta vida,
cuando…?
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