Realidad... a eso me supo el sueño, como si pudiera palpar las cosas y sentirlas tan vivas, fuera de la imaginación perturbada de mi ser.
Estabas sentado junto a la mesa del comedor, sonriendo antes de juntar las manos y comenzar la oración, aquella que jamas escuche, pero ahora repito.
La comida era hermosa, no se si sea correcto llamarla de esta manera, pero el solo pensar en intentar comerla lo consideraba un crimen, sus colores eran vibrantes, obras de arte para el comensal.
Pero no estaba ahí para comer, solo para admirar y sentirme satisfecha por el simple hecho de presenciar la imagen.
Mas desperté, y eso es en este punto de la vida normal. Las voces de mi existencia se han fortalecido en estos tiempos, son fuertes, pero no me aterran, no como antes, ahora solo las escucho como un consejo, como si fueran profundos pensamientos que salen a flote con el strees del día, tan normal como se les puede tomar, tan normal en el centro de mi anormalidad, pero me gusta.
Heyt Sr Cottoni, estamos enfermos, tu diabetico, yo esquizofrenica y depresiva... pero te veo feliz... tu como me vez a mi?